La joven jugadora de pádel de Altea Andrea Pérez Sellés vio truncada su carrera profesional el pasado 27 de octubre a causa de un accidente que le provocó una fractura de vértebra y una lesión medular que ha cambiado su vida por completo. Tras recibir una operación en el Hospital de Denia, la alicantina ingresó en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, donde sabía que su estancia no se prolongaría más allá del próximo mes de junio, a causa de la gran demanda asistencial que sufre el centro sanitario. Para poder completar su proceso de rehabilitación, Andrea debe recurrir a la sanidad privada que, por ahora, solo puede costear “por unos meses”.

La estancia en las instalaciones toledanas da un atisbo de esperanza tanto a la joven de Altea como a su familia: “Empecé a poder mover un poco las piernas y claro, ahí el diagnóstico cambia por completo”. A pesar de ello, la deportista reconoce que la terapia que recibe en el centro la percibe como una “readaptación” a su nueva vida, más que como una “rehabilitación” de una lesión en sí misma. “Este es el hospital en el que te enseñan a vivir en silla de ruedas, realmente no te rehabilitan”, admite Pérez Sellés.

El Hospital de Parapléjicos de Toledo es el centro de referencia nacional en la sanidad pública para atender este tipo de patologías. Sin embargo, las instalaciones no son suficientes para cubrir las necesidades de todos los pacientes. “Toledo vive de la fama, sus instalaciones están un poco anticuadas”, afirma José Juan Pérez, padre de la jugadora alicantina de pádel. Por otra parte, el centro sanitario no dispone de suficientes plazas para toda la demanda que recibe. “A Andrea la dejarán, como mucho, al 60% de su recuperación. Continuamente va entrando gente y necesitan camas”, reconoce el padre de Andrea Pérez Sellés.

«Pensaban que no iba a volver a andar, pero empecé a mover las piernas y el
diagnóstico cambió»

El escenario a partir de recibir el alta, a pesar de que pueda resultar más afectivo tanto para el proceso de recuperación como el nivel anímico de la alicantina, no es tan optimista como parece. “El tratamiento costará entre 4.000 y 5.000 euros al mes. Lo que pretendo costearme de la forma que sea es tan solo unos meses, ni siquiera tengo claro qué voy a poder hacer en un futuro”, confiesa la jugadora de pádel. En este sentido, Andrea Pérez lamenta que no poder terminar su recuperación no le permita recuperar la movilidad en las piernas: “Esto supone que, a lo mejor, lo que podría recuperarse desde un inicio ya no pueda hacerlo. Entonces, si hay una mínima posibilidad de poder caminar, no debe perderse”.

Por este motivo, el espíritu combativo de la deportista le ha llevado a iniciar una campaña de financiación en redes sociales que por el momento ya ha recaudado más de 5.000 euros: “Como me gusta mucho emprender y soy muy activa en redes, intento ayudar a mis padres como sea”.

«Si tengo una mínima oportunidad de poder volver a caminar, no debe perderse»

Por otra parte, agradece todo el esfuerzo realizado por organizaciones como la Federación Española de Pádel y entidades de la zona como Blue Padel de Alicante o el Club de Pádel de La Nucía, de la que es integrante, que han organizado eventos benéficos a su favor. “Se están volcando en mí de una manera increíble, estoy más que agradecida con todas estas personas”, afirma.

La exjugadora de World Pádel Tour también tiene pensado dar charlas divulgativas por centros escolares y sanitarios para dar a conocer su historia y “que pueda ayudar a gente”. Su gran actividad por redes sociales ha sido un factor determinante para que Andrea se haya convertido en un ejemplo de superación en la provincia: “Es algo que no he podido llevar a cabo todavía, pero que haré en cuanto termine mi recuperación. Si puedo ayudar a gente yo estoy encantada”.

La jugadora de pádel de Altea no ha podido compaginar su recuperación con sus estudios de Marketing en la Universidad de Alicante y se ha visto obligada a dejarlos de lado hasta que concluya su rehabilitación, a pesar de haberse matriculado en el curso vigente. No obstante, contempla la situación de manera optimista y valora de forma positiva que esta nueva situación le haya brindado la oportunidad de descubrir otros deportes como la natación o el ciclismo adaptado, que le devuelven la ilusión en “volver a usar las piernas”.

«Saldré de este hospital con el tratamiento y la rehabilitación a medias»

Por el momento, Andrea Pérez Sellés no cesa en su voluntad de completar su proceso de rehabilitación, forzado a cruzar su camino con un centro de sanidad privada, y agota todas las posibilidades para poder volver a caminar. “Saldré de este hospital con el tratamiento y la recuperación a medias. Tengo una gran fuerza mental, pero es algo que con los meses te va pesando”, apunta la joven alicantina.

Santiago Durá tiene 22 años y es un auténtico apasionado del periodismo. Empecé mi andadura por los grados posteriores en la Facultad de Farmacia de Albacete. Tras ver que los laboratorios no terminaban...

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